Por María Consuelo Añez Yepes
Directora de Primaria Baja
El 14 y 15 de noviembre, 37 estudiantes de Segundo Grado (Tercero en inglés) del Colegio Rochester participaron en una enriquecedora experiencia de campamento en Guatavita, organizada en colaboración con Kajuyalí. Esta iniciativa buscó fomentar el trabajo en equipo, la independencia y una profunda conexión con el patrimonio cultural y natural de Colombia a través del aprendizaje experiencial.
La travesía comenzó en el colegio en Bogotá, donde el equipo de Kajuyalí se unió a los estudiantes, enfatizando la importancia del respeto, la paciencia y la gratitud como valores fundamentales para el viaje. Mientras viajaban por la sabana de Bogotá, pasando por municipios como Tocancipá y Sesquilé, se alentó a los estudiantes a observar y apreciar los diversos paisajes y comunidades que conforman su país.
Al llegar al Club El Muña, los estudiantes participaron en el montaje del campamento, aprendiendo a armar carpas, usar sleeping bags y organizar sus espacios de vida. Debido a las inclemencias del tiempo, se tomó la decisión colectiva de acampar bajo techo, garantizando la seguridad mientras se mantenía la esencia de la experiencia de campamento. Esta adaptabilidad resaltó la importancia de la toma de decisiones colaborativa y la resiliencia en nuevas situaciones.
Un punto culminante fue la visita a la laguna sagrada de Guatavita. Guiados por expertos locales, los estudiantes profundizaron en la rica historia y cultura del pueblo Muisca, explorando la Leyenda del Dorado y la singular flora y fauna de la región. Esta experiencia inmersiva subrayó el valor de preservar los tesoros culturales y ambientales de Colombia.
Otras actividades incluyeron la escritura de bitácoras para reflexionar sobre sus experiencias y un taller de tejido tradicional, donde los estudiantes crearon manillas que simbolizan la unidad y las intenciones compartidas. Las noches se pasaron alrededor de una fogata, escuchando historias de los dioses muiscas, fomentando un sentido de comunidad y pertenencia.
Este campamento, facilitado por Kajuyalí—una organización reconocida dedicada a la educación experiencial y la gestión ambiental—proporcionó a los estudiantes una oportunidad transformadora para conectarse con el patrimonio de su país. Al participar en experiencias de la vida real, desarrollaron habilidades esenciales para la vida, profundizaron su apreciación por la diversidad de Colombia y fortalecieron su sentido de identidad y responsabilidad como ciudadanos globales.
Discovering Colombia: Second Grade's Immersive Camp Experience in Guatavita
By María Consuelo Añez Yepes
Lower Elementary Director
On November 14 and 15, 37 Second Grade students (Third in English) from Rochester School embarked on an enriching camping experience in Guatavita, organized in collaboration with Kajuyalí. This initiative aimed to foster teamwork, independence, and a deep connection with Colombia's cultural and natural heritage through experiential learning.
The journey commenced at the school in Bogotá, where the Kajuyalí team joined the students, emphasizing the importance of respect, patience, and gratitude as foundational values for the trip. As they traveled through the Bogotá savanna, passing towns like Tocancipá and Sesquilé, students were encouraged to observe and appreciate the diverse landscapes and communities that comprise their country.
Upon arrival at Club El Muña, students engaged in setting up the camp, learning to assemble tents, use sleeping bags, and organize their living spaces. Due to inclement weather, a collective decision was made to camp indoors, ensuring safety while maintaining the essence of the camping experience. This adaptability highlighted the importance of collaborative decision-making and resilience in new situations.
A significant highlight was the visit to the sacred Guatavita Lagoon. Guided by local experts, students delved into the rich history and culture of the Muisca people, exploring the Legend of El Dorado and the unique flora and fauna of the region. This immersive experience underscored the value of preserving Colombia's cultural and environmental treasures.
Additional activities included journaling to reflect on their experiences and a traditional weaving workshop, where students created bracelets symbolizing unity and shared intentions. Evenings were spent around a campfire, listening to stories of Muisca gods, fostering a sense of community and belonging.
This camp, facilitated by Kajuyalí—a renowned organization dedicated to experiential education and environmental stewardship—provided students with a transformative opportunity to connect with their country's heritage. By engaging in real-life experiences, they developed essential life skills, deepened their appreciation for Colombia's diversity, and strengthened their sense of identity and responsibility as global citizens.
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